FUNDAMENTOS. La mal llamada Posmodernidad. 7-03-10

En los años setenta y dos décadas mas tardes hubo una sensibilidad que hablaba de los límites de la modernidad. Esta sensibilidad acaba llamándose de una manera rápida posmodernidad. Este nombre, ha acabado confundiendo más que aclarando. Bajo este, se acumulan órdenes de problemas, de temáticas y de tradiciones intelectuales. Una referencia indiscriminada a los mismos los oscurece en vez de iluminarlos. En las puertas del año dos mil, se utiliza este nombre cada vez con menor frecuencia, como etiqueta que resume bajo un mismo nombre lo que es un conjunto no siempre oportuno de diversas posiciones teóricas y criticas que pasan en aquellas décadas.
Mi opinión personal es, que si cada teórico tiene una definición propia, con distintos sentidos y referencias. Es necesario poner una puesta en común para entender el rotulo de posmodernidad en las practicas artísticas, de la critica cultural y la filosofía.
La modernidad, eludía en una misma definición a programas teóricos y artísticos. La modernidad tenía un concepto de filosofía. Pero al mismo tiempo, el termino hacia referencia al modernismo artístico. La posmodernidad, resumió diversos valores filosóficos y artísticos a efectos de crítica y teoría.
Podemos decir, que la posmodernidad es un proceso inacabado que seria necesario diferenciar del cúmulo de imágenes que se han apresurado a retratarlo. Una interpretación mas allá de los rótulos es a la cuestión de cómo la modernidad puede ser consciente de sus limitadas autoimagenes.
Consideramos una serie de momentos, como centrales, en el debate de modernidad y posmodernidad. Podríamos decir, que el primer momento se refiere a la sociología, el segundo momento se centrará en la pluralización de los lenguajes, el tercer momento nos referiremos a la crítica filosófica y el cuarto a un corolario.
En algunos momentos de las propuestas posmodernas hay que resaltar los rasgos individualistas y estéticos de esta cultura mientras que otros se centraran más en consideraciones sociológicas. Según los primeros, la elaboración del sentido depende en exclusiva de los individuos una vez que han colapsado los grandes relatos (metarrelatos) y se ha fragmentado su canon de interpretación (pensamiento débil).
Según los segundos, se resalta las modificaciones sociales, tecnológicas e informáticas, que la dimensión cultural ha recibido en los últimos decenios. En la primera línea de reflexión, podemos encontrar a la cultura norteamericana, mientras en la segunda línea tenemos una sensibilidad más sociológica, con el pensamiento de J.F.Lyotard.
La inadecuación del canon racionalista liberal y esa especial primacía del lenguaje deja abierta una forma de saber y de relato del sentido que la modernidad había dejado en la oscuridad: utilizamos en el relato las formas subjetivas cada vez más libre, y menos sujetos a las pautas racionalistas de la modernidad. Los análisis posmodernos de la cultura, resaltaron ese nuevo carácter de las sociedades desarrolladas y los nuevos individuos que las habitan de maneras diversas: nuevos cibernautas en un mundo virtual sin fronteras, nuevos consumidores en la sociedad de las autoimagenes del presente. Todos estos análisis, ciertamente, destacan rasgos de los sistemas sociales y de la configuración de las identidades culturales que no aparecían en la sociedad moderna.